Diles quién eres
- Tamara Trottner
- 3 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Diles quién eres, me dijeron
No entiendo, respondí
Sí, ¿quién eres?, ¿cómo te llamas?, ¿cuántos años tienes?, ¿qué estudiaste?, ¿en qué trabajas?
¿Quién eres?
Me llamo Tamara, respondí
Y soy…
Soy todas las olas que han acariciado mi cuerpo, y soy también las que me han revolcado.
Soy un amanecer que envuelve los amaneceres de todos los tiempos y es, sin embargo, único.
Soy tu mirada cuando se refleja en la mía.
Soy una tarde desnuda en el mar, desnuda yo y desnuda la tarde
Soy risa fácil y llanto profundo, muchas veces al mismo tiempo
Soy un ser feliz en un mundo que puede no serlo, y soy, a veces, pocas veces, muy infeliz
Soy todas las letras que he devorado, soy Borges y Shakespeare y Cortázar y Cervantes y de la A a la Z todas las palabras que circulan en mis venas
Soy todas las letras que he escrito, las cartas de amor y las de zozobra, el poema que se quedó guardado y los que alguien leyó e hizo suyo
Soy libertad y me entrego cuando sé que quién la recibe la atesora como suya y entonces, solo entonces, se convierte en libertad compartida
Soy cada jacaranda que nace en marzo y cada flor que al caer hace más violeta la existencia
Soy una niña asustada, soy un adulto asustado
Soy los cuentos que les conté a mis hijos antes de dormir
Soy un cuerpo que envejece y la piel que se eriza con las manos correctas, y la boca que tiembla con un beso, y el vientre que ansía.
Soy la que llora en las películas y la que se ríe con las amigas y la que abraza a los amigos entregándose toda, porque no me gustan las cosas a medias, ni la hipocresía, ni las máscaras.
Soy la que no tolera la violencia, no entiende con gritos, no aguanta los estruendos,
Soy contradicciones y dudas y a veces soy la incongruencia que provoca querer ser congruente
Soy miedo. A veces miedo que paraliza y otras que tan sólo pide una mano que acompañe
Soy desbocada, desbordada, intensa y vehemente
Soy una postura de yoga cuando me convierto en ella
Soy todas mis amigas, soy todos mis amores, soy cada uno de mis perros y algún gato y Sócrates, mi cotorro.
Soy quienes me han habitado, soy sus mundos y sus sueños cuando alguna vez los hice míos y entonces fuimos.
Soy cada ciudad, cada pueblo, cada mercado y cada bocado que he descubierto en el viaje de la vida
Soy cada orgasmo y cada asombro, cada beso y cada abrazo
Soy los parasiempres que no son y alguno que quizás sea.
Soy todos los precipicios que me han hecho volar y alguno que estrelló mi osadía entre sus rocas y que, sin embargo, me permite seguir siendo
Soy ésta y soy quizás otra, seguramente muchas otras…
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