top of page

OJOS LLENOS DE LUNA O el vaivén del insomnio.

Abrí los ojos de repente. Son las 5.30 de la mañana y me enfurezco, salgo del cuarto mentándole la madre al insomnio, cuando en realidad la culpa es mía por meter en mis sueños una bola de idioteces, que quizás no son idiotas, excepto a las 5:00 de la mañana cuando no se puede hacer absolutamente nada respecto a nada, sea o no idiotez.

Hacía mucho que no sentía esa punzada en la boca del estomago, esa que parece tener manos que suben y aprietan la garganta y pies que golpean la base de las vísceras y dan retortijones. Sí, la angustia tiene vida propia y se adueña de la cordura. Durante dos años la viví cada mañana y un día desapareció. Agradecí tanto que se saliera de mis entrañas que prometí no volver a dejar que entre, y si irrumpe, sacarla de inmediato.

Así que son las 5:30 de la mañana, me despiertan las dichosas manos apretando la garganta, me levanto y salgo. Y ahí, frente a mí, esta una luna llena lamiendo las olas de un mar brioso y tenue, aguas que se saben eternas y por eso no tienen prisa, recorren su trayecto, a veces levantando la cresta, otras deslizando su certeza hasta la orilla, hasta la arena, hasta el lugar que les corresponde.

Ese mismo mar que produce tormentas y ahoga y revuelca. Esas mismas aguas de un océano que hundió carabelas, que marchitó los sueños de piratas y conquistadores. Esas aguas que a veces refrescan y otras, engullen. Han sido muchas las tormentas del Pacífico que hoy llena mis pupilas del reflejo de una luna que parece besarlo. Han sido, a través de los siglos, muchos los barcos que hoy yacen en sus profundidades, y, han sido también muchas las miradas que viéndolo han recobrado la paz, entendiendo lo infinito del universo, se han sentido, como yo, parte de su vaivén, de su certeza, de su belleza, de su inexorable fragilidad.

Y, sin embargo, eterno.

Agradezco haberme despertado porque de mis ojos ya nunca va a escapar esa luna ni ese mar. Agradezco las palabras que me dicen, Es lo que es. Sí, la vida es lo que es, es ese mar a veces crespo y otras tenue, es el oleaje que lleva a la orilla o que revuelca y duele, es una madrugada de angustia que aprieta y que susurra, Es lo que es, y está bien porque hoy, ahorita, mis ojos están llenos de luna.


Recent Posts
Search By Tags
No hay tags aún.
Follow Us
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic
bottom of page