DE FINALES Y PRINCIPIOS

Yo honro ese lugar en ti donde habita el universo entero. Yo honro ese lugar en ti que es un sitio de amor, de verdad, de luz. Y sé que cuando tú estas en ese lugar dentro de ti y yo estoy en ese lugar dentro de mí, tú y yo somos uno. NAMASTÉ

Así despido este año y así deseo que transcurra el que está llegando. Cada día, cada instante, cada final y todos los comienzos.

Lo que termina se debe de despedir con las manos unidas al pecho y dando gracias. Los finales, en especial los que mas duelen, están llenos de momentos que fueron principio, que fueron ilusión, que fueron asombro y por eso trascienden y se quedan pegaditos en algún lugar cerquita del para siempre.

A los principios habría que recibirlos con entusiasmo, estan llenos de futuro y de abismos en los cuales quizás podremos volar y de orillas a las cuales podremos llegar a tomar aliento y resguardo.

El final del año siempre me da la excusa para revisar, como dicen que hacemos cuando vamos a morir, las imágenes que conformaron los pasados 365 días. Diapositivas en las que siempre aparecen mis seres queridos, mis amigas hermanas, mis amores, las alegrías que me hicieron bailar, mis tristezas, decepciones, miedos. Este año tuve que decir adiós a Tash que y eso aún me hace llorar.

Al revisar las imágenes el saldo es positivo. Despido el 2018 con más agradecimiento que tristeza, con más certeza que miedo, con mucho más amor que desamor, con el corazón fuerte, aunque lo hayan sacudido, apretado y quizás despostillado algunos eventos. El saldo es positivo. Hoy, en esa película que es la última del 2018, no le debo nada a nadie. Estoy en paz con mi recorrido. Con mis aciertos y también con tantas y tantas veces que me equivoqué.

Sé que hoy me puedo parar de cabeza porque durante años me rodé a medio salón, una y otra vez, hasta que pude. Y esa se ha vuelto la metáfora de mi vida: si no te ruedas, te das unos golpes y te salen moretones, jamás verás el mundo desde otra perspectiva. Solo viéndolo así puedes realmente saber que estas vivo.

¿Mis propósitos del 2019? Sólo uno: VIVIR. Así con mayúsculas, con negritas, viviendo con absoluta entrega los instantes, los besos, las risas, los guiños cómplices, la delicia de una copa de vino, la travesura, las ilusiones, las miradas, los abrazos…

Sólo uno, honrar la vida desde este lugar de amor adentro de mí, hasta ese lugar de amor adentro de ti.

Un ser completo amando la existencia.

Namasté.