SÍ SE VA A ACABAR

¿Y si de verdad quedaran dos días de mundo, de vida, de luz…?

Yo no creo que el viernes amanezca a -300º C, con el cielo cubierto de ceniza y bolas de fuego explotando en los edificios de Manhattan. No lo creo, es improbable y además sería demasiado fácil, estoy convencida de que venimos a este mundo a aprender, y las lecciones generalmente no son a través de salidas fáciles.

Si fuera cierto ya no habría nada que hacer. Algunos se estarían riendo, en medio de la catástrofe diciendo: “se los dije”. Los demás estaríamos pasmados, como conejos frente al faro de un coche, pensando “Uta! Tenían razón los pinches mayas!” .

No lo creo…

Pero les tengo una noticia, el final SI va a llegar. Probablemente no para todos al mismo tiempo, pero todos vamos a morir. A veces estaremos conscientes de la inminente llegada del día, a otros quizás nos agarre de sorpresa, pero de que llega, llega.

Por todo lo que se ha especulado, dicho, anticipado, la pregunta en cada sobremesa es: ¿tú que harías si supieras que es el fin del mundo?, la respuesta básicamente cae en alguna de estas frases:

Dejaría de…

Empezaría a…

Volvería con…

Trataría de…

Probaría, me arriesgaría, haría, diría…

Yo no soy ni maya ni profeta, pero te aseguro, sin miedo alguno a equivocarme, que nos vamos a morir. Nuestro mundo se va a acabar. La vida, la nuestra, la única que nos pertenece, ya no podrá ser vivida. Para lo que a cada uno incumbe, cuando llegue el momento sí va a bajar la temperatura, sí se va a poner negro el cielo, sí se va a terminar Nueva York, y va a dejar de haber playas.

Por eso, chance, es momento de hacer eso que dices que harías si fuera el final. Tal vez nos quedan tres días, diez minutos, o setenta años, en realidad da igual, por qué no tratamos de hacer lo que nos hace felices y no dejarlo para cuando sea ya demasiado tarde?

Lo hemos dicho, escuchado, leído cientos de veces y aún así, a veces, parece no caernos el veinte…