AMANECÍ AZUL
- TAMARA TROTTNER
- 19 mar 2012
- 1 Min. de lectura
Amanecí azul. De un azul plumbago, grisáceo. Vuelvo a cerrar los ojos, un momento, y pienso en lo que haré al levantarme. Mi practica de yoga que siempre me emociona, sentarme a escribir, hoy, frente a unas jacarandas que se caen de violetas. Alguien que me dice que me quiere y decirle a alguien que es mutuo. Y…
El azul se trona verde. Verde salpicado de puntitos amarillos. Turquesa.
Hilos de colores recorren nuestro cuerpo. Colores que son emociones, y que se encienden o se apagan en diferentes momentos.
El amor podría ser rojo. Demasiado obvio pero así es. Y, sin embargo es muy diferente el rojo que se enciende por el amor a un hijo, que el que brilla y deslumbra por una amiga. A veces es tan intenso que nos empapa y no podemos respirar. ¡Respira!, sí estoy tratando….
Vamos andando por la vida y la vida nos va enseñando que hay muchos, muchísimos colores. El amarillo de un primer amor que se torna mostaza ante la deepción.
Hay otros, como la pasión, que son del color del mar cuando amanece vehemente.
Me pregunto.
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